miércoles, 15 de julio de 2009

Prohibido acotar, Facebook vigila

Facebook contó mis cosas. Facebook contó las tuyas, las mías y las nuestras.
Facebook nos hace enterar de cosas que no nos queríamos enterar, y de una manera casi perversa, pícara; como si se sonriera por dentro el muy sorete.
Para hacerte sufrir Facebook se basa muchas veces en unas letritas en miniatura que "no - se- como - carajo" siempre te arreglás para verlas (infortunadamente) en tu perfil, el de tu amigo, el del amigo de tu amigo o ya no sabes el perfil de quién mierda estás viendo porque Facebook se conecta casi infinitamente con todo el mundo. Pero ahí está el cartelito. Diciendo algo como:

"José González ha escrito en el Muro de Ana López"*

pero sabemos muy bien que a Facebook le gustaría escribirlo como a vos te resuena en la cabeza:

"Tu novio le firmó el Muro a la tipa esa que tenés ganas de romperle la cara"

Si se agregara debajo un "entrá y espiá qué puso, cornuda; daaale, yo se que no te aguantás"; sinceramente, no me sorprendería mucho.
También hay innumerables ejemplos idem pero cambiando el medio: en vez de enterarte terribles tragedias viendo que la concha le firmó el muro a la pija; te enterás viendo que fueron etiquetados juntos en una foto, notita, video o la concha de su madre. Ni hablar si firmaron o etiquetaron tus amigos una foto de ellos.
Ahí aprovechás y ves todo el álbum cual detective privado barato; como seguramente a tu peor enemigo/a no lo tenés entre tus amigos, no podés perderte de ver sus fotos aprovechando la casualidad de que un amigo/a de él/ella que justamente es amigo/a tuyo/a lo etiquetó JUSTO en su álbum.
Te espiás todo, cual rata de alcantarilla que no llega a ser ni mejor que la mugre de un dedo gordo de pie (y de un pie bien roñoso). Para colmo pareciera que en la foto se sonríen a propósito los muy mediocres, como si se rieran de lo pelotudo/a que sos:

"Mirá, como nos mira y se quiere matar".

O tal vez sea el caso contrario, y vos no podés evitar reirte a carcajadas perversas y, seamos sinceros; exageradas por los nervios y la maldad.

Sí, a veces es una bendición que Facebook exista. Cuantas sonrisas malditas ha hecho lograr.
Como para finalizar cabe recalcar los buenos aspectos de Facebook:
Te encontras con esos amigos de mil años que no veías; te podés chamuyar gente fácilmente, etc.
Sí, sí; todos los aspectos de una red social bla, bla, bla. Whatever.
Así que ya sabés, Facebook es una herramienta muy poderosa. Pero no es bueno guardando secretos.

*Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

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cæsar dijo...

Yo creo que el éxito está basado en todas esas cositas perversas que en tu post llevaron mucha más descripción que esos otros símples rótulos que aparecen al final de él. Personalmente me da miedo, creo en la privacidad, y sé que me pierdo de las cositas buenas. Beso