lunes, 13 de abril de 2009

Pomada mentolada

Últimamente siempre que me voy a acostar me empieza a doler la cabeza y me aparecen unos mocos que no tuve durante todo el día. Ni dormir bien se puede en esta casa de mierda.
En una noche pajera como las que tengo siempre (pajera les digo a las cosas medio pelo o pelotudas; no es una noche en la que hago ni me hago pajas, no se ilusionen) se cayó -en realidad la tiré estirando las patas- una mesita ratona medio enclenque que no sirve para una mierda, pero que igual está ahí jodiendo sin cumplir función. De la abertura para poner cositas rodaron un montón de pelotudeces galopantes, como caracoles de la costa, tarjetitas boludas con ositos boludos de las que reparten en los bondis y uno se hace bien el jeropa para no agarrarselas al vendedor, hebillitas, etcétera; cosas que después tuve que juntar de muy mala gana. Agachada en el piso, puteando y juntando cosas; me llamó la atención una latita color verde apagado. La agarré y dije "Mierda, hace cuanto no veía una de éstas".
¿Se acuerdan de esas latitas de letras chinas con una pastita con olor a menta que vendían los bolvianos en los puestos de la calle y mamá nos la ponía abajo de la nariz para respirar mejor, hasta que salió el VickVaporub, y los chinos se cagaron de hambre? Esa misma latita era -pero admito que esta no era china, era de Bolivia-. Dichosa de haber encontrado semejante reliquia, la observé, olí y admiré repetidas veces. Leyendo el reverso ví que un poco más te decía que curaba el cáncer. Entre la lista de exageraciones figuraba la cura para resfrios, catarros, irritación, labios paspados, dolor de cabeza, reuma, neuralgia, cortaduras, quemaduras, picaduras y todas las terminaciones en uras que se les ocurran. Y ahí enseguida me agarró un poquito de esperanza. No había fecha de vencimiento. ¿Vencerán estas cosas? Pensé. "Y tiene, fácil; más de 10 años... no debe estar en buen estado" me dije para adentro. "Mah, si; con probar no cuesta nada". Y ahí nomás me la puse en los labios que tenía paspados por el frío y abajo de la nariz por los mocos nocturnos.
Increíble pero cierto. No me dolió la cabeza, no se me cayeron los mocos y me quedaron los labios más lindos que los de Angelina Jolie.

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Ernesto dijo...

A mi me pasa lo mismo, estos cambios del clima me estan matando, a la noche cuando quiero dormir se me tapa la nariz, moqueo por todos lados y me cuesta un huevo dormir, dsp voy al laburo re dormido !. Un garron !
ernesto.poirot@gmail.com

Prometeo della Sierra dijo...

Uf, por favor decime (si te acordás) ¿cómo se llamaba eso? Tenía un primo que en los 90 importaba ilegalmente ese producto entre otra cosas, como cigarros bolivianos. Perdí contacto con él, pero me acuerdo que esa cosa verde hacía milagros. Siempre creí que era "vic vaporú", o cómo poronga se llame. Mi abuela le decía así al menos.